255 # Orientalismo

…Con todo, la mayoría de los conocimientos que se producen actualmente en occidente (y ahora me refiero sobre todo a Estados Unidos) está sometida a una limitación determinante: la concepción de que todo conocimiento está constituido por ideas no políticas; esto es, ideas eruditas, académicas, imparciales y suprapartidistas. Se puede aceptar esta pretensión desde un punto de vista teórico, pero en la práctica, la realidad es mucho más problemática. Nadie ha inventado un método que sirva para aislar al erudito de las circunstancias de su vida, de sus compromisos (conscientes o inconscientes) con una clase, con un conjunto de creencias, con una posición social o con su mera condición de miembro de una sociedad. Todo esto influye en su trabajo profesional, aunque, naturalmente, sus investigaciones y los frutos de ellas intenten alcanzar un grado de relativa libertad con respecto a las restricciones y limitaciones que impone la cruda realidad de todos los días. En efecto, el conocimiento es algo menos parcial que el individuo que lo produce (con sus circunstancias vitales que le enredan y confunden); por tanto, este conocimiento no puede ser no político…




…todas las culturas imponen ciertas correcciones sobre la cruda realidad, transformando una suma de objetos mal delimitados en unidades de conocimiento. El problema no reside en que se realice esta conversión, es perfectamente natural que la mente humana se resista al asalto que le produce lo extraño; por esta razón, ciertas culturas han tendido a imponer transformaciones completas sobre otras culturas, recibiéndolas no como son, sino como deberían ser para beneficiar al receptor…  



…El punto sobre el que hay que insistir es que esa verdad sobre las diferencias distintivas entre las razas, las civilizaciones y las lenguas era ( o pretendía ser) radical e indiscutible. Llegaba hasta el fondo de las realidades, se aseguraba de que no pudiera salirse de los orígenes  y de los tipos que esos orígenes permitían; establecía fronteras reales entre seres humanos, fronteras a partir de las cuales se construían las razas, las naciones y las civilizaciones; forzaba la visión hasta llevarla lejos de las realidades humana comunes y plurales, como son la alegría, el sufrimiento o la organización política, y en vez de esto se destacaba las cuestiones descendentes y regresivas de los orígenes inmutables. Ningún científico podía ya salirse de estos orígenes en su investigación, igual que ningún oriental podía escapar a las categorías  de “ los semitas”, “los árabes” o “los indios”, de los cuales su realidad presente – devastada, colonizada y atrasada- le excluía no ser que fuera por la presentación didáctica del investigador blanco…   



… No por casualidad Auerbach terminó sus reflexiones otoñales con una cota significativa del Didascalicon, , de Hugo de Saint-Victor : “El hombre que encuentra su patria dulce es todavía un tierno principiante; aquel para el que cualquier tierra es su tierra natal es ya fuerte; pero quien es perfecto es aquel para quien el mundo entero es como un país extranjero” Esto es, cuanto más capaces seamos de abandonar nuestra patria cultural, más capaces seremos de juzgarla a ella y al mundo entero con el distanciamiento espiritual y la generosidad necesaria para verlos como son verdaderamente. Y estaremos también más capacitados para juzgarnos a nosotros mismos y a otras culturas con la misma combinación de intimidad y distancia… 



…La creación de una identidad, implica establecer antagonistas y “otros” cuya realidad esté siempre sujeta a una interpretación y a una reinterpretación permanentes de sus diferencias con “nosotros”. Toda época y toda sociedad recrea sus “otros”…Lo que hace que todas estas realidades fluidas y de extraordinaria riqueza resulten difíciles de aceptar es que la mayoría de las personas rechaza el concepto subyacente: que la identidad humana, no solo no es natural y estable, sino que es creada e incluso, en ocasiones, creada completamente. 


Orientalismo.(fragmentos)
Edward W. Said.